Una mayoría de las candidaturas independientes que se presentan a los comicios locales ha conseguido históricamente representación en los plenos municipales.
Juan Bautista Martínez Fernández
Doctor en Ciencia Política Universidad de Murcia
@juanbamf
Estamos inmersos en plena campaña electoral para las elecciones municipales que se celebrarán el día 28 de mayo y los medios de comunicación nos ofrecen a diario interesantes análisis y reflexiones que, en la mayoría de los casos, centran su atención en los grandes debates nacionales, intentando dilucidar si de estos comicios saldrá victorioso el PSOE o el PP, qué partido logrará la alcaldía en las capitales de provincia, si Vox crecerá con respecto a las últimas elecciones o se estancará, o si Ciudadanos desaparecerá. En no pocas ocasiones estos análisis mediáticos se centran en el papel de las elecciones municipales como predictor de las próximas elecciones generales.
Siendo pertinentes estos análisis, lo cierto es que no alcanzan a explicar la realidad de estas elecciones en las que se elegirán a unos 67.000 concejales, que a su vez elegirán a los 8.131 alcaldes de los municipios españoles. La mayoría de candidatos a concejal que se presentarán a las elecciones del 28 de mayo integrarán las listas de los grandes partidos de ámbito estatal, pero tendrán que competir con candidatos de partidos de ámbito no estatal (partidos nacionalistas, regionalistas y provinciales) y también con partidos de ámbito local (PAL), a los que solemos conocer con el nombre de candidaturas independientes.
Teniendo en cuenta nuestra historia electoral, podemos afirmar que estas candidaturas independientes no solo lograrán una buena cantidad de alcaldes y concejales, sino que también decidirán el próximo junio el signo político de numerosos ayuntamientos y condicionarán la agenda política de no pocos municipios españoles.
Algunos datos de las últimas investigaciones apoyan esta afirmación. En este sentido, entre las elecciones de 1987 y las de 2011 se presentaron en España 10.551 partidos de ámbito local, consiguiendo al menos un concejal un mínimo del 75% en las elecciones de 2007 y un máximo del 87,43% en las elecciones de 1987, por lo tanto, podemos afirmar que una mayoría de este tipo de candidaturas históricamente ha conseguido representación en los distintos plenos municipales.
Además, en el mismo periodo 24.993 concejales concurrieron a las elecciones en una candidatura localista, siendo además relevantes, ya que más del 50% de las candidaturas localistas que se presentaron estuvieron en disposición de ser determinantes para la elección del alcalde en sus respectivos municipios, o lo que es lo mismo, su voto sería relevante en el momento de aprobar los presupuestos municipales o para cuestiones tan importantes como los planes de ordenación urbana. En este sentido debemos señalar que en las elecciones de 1987 fueron relevantes el 61,27% de las candidaturas localistas que se presentaron a las elecciones, perdiendo importancia en las últimas, siendo relevantes el 47,72% en los comicios de 2011. Un dato nada desdeñable, en todo caso.
Presentaremos solo dos ejemplos para mostrar la importancia de este tipo de candidaturas si analizamos las elecciones municipales desde una óptica local, superando la visión nacional. Uno es el caso de la Agrupación de Electores Roque Aguayro, que se presentó por primera vez a las elecciones municipales de 1979 en el municipio canario de Agüimes, consiguiendo la alcaldía en todas las elecciones municipales celebradas hasta la fecha, con mayorías absolutas en la mayoría de ocasiones. Sin ir más lejos, en las elecciones municipales de 2019 consiguió el 61,67% de los votos frente a partidos como PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, Coalición Canaria y Ahora Canarias.
Para el otro ejemplo viajamos hasta la Región de Murcia, donde el Movimiento Ciudadano de Cartagena ganó las elecciones de 2019 con el 27,44% de los votos frente al PP (25,47%), y al PSOE (21,67%), propiciando el pacto entre la socialista Ana Belén Castejón y la popular Noelia Arroyo, que se han repartido la alcaldía durante esta legislatura, dos años cada una, con la expulsión del partido de la primera. Este pacto entre las candidatas de PSOE y PP en un municipio como Cartagena con 216.365 habitantes y un presupuesto municipal para 2023 de 247 millones de euros, en la coyuntura política actual, es fiel reflejo de lo que una candidatura localista puede condicionar la política de cualquier municipio, incluso con resonancias en la esfera autonómica. Estos no son ejemplos aislados, ya que casos como los mencionados salpican todo el panorama político local español.
Entre tal cantidad de candidaturas independientes no todas son iguales, ya que podemos encontrar candidaturas territorialistas, candidaturas de una sola cuestión, candidaturas de tipo regenerador o candidaturas que buscan un interés privado, según si representan los intereses de alguna pedanía o urbanización, si nacieron para dar respuesta a un problema muy concreto del municipio, si buscan una alternativa regeneradora a la política tradicional o si obedecen a intereses de una persona o grupos concretos, respectivamente. También encontramos diferencias dependiendo de su origen, ya que podemos encontrar candidaturas escindidas, si surgen como escisión de un partido tradicional, candidaturas originales, si no surgen de una asociación previa, o candidaturas de base asociativa si su existencia supone el paso a la política de una asociación vecinal, cultural, o deportiva, entre otras.
Llegado este punto, probablemente el lector se esté preguntando en qué se tiene que fijar el 28 de mayo para no perderse nada relacionado con las candidaturas localistas. Aunque es difícil seguir a todos los partidos de ámbito local que se presentarán a las próximas elecciones municipales, debemos prestar atención en un primer momento a los municipios pequeños, ya que este tipo de candidaturas suelen ser más efectivas cuanto menor es el tamaño del municipio, oscilando el porcentaje de candidaturas localistas relevantes entre el 31,2% en municipios de más de 20.000 habitantes y el 57,6% en municipios de menos de 10.000 habitantes. Cabe destacar que en los municipios de menos de 1.000 habitantes el 93,2% ha conseguido representación en el pleno municipal.
También debemos centrar nuestra atención en municipios con un número de partidos efectivo alto, en aquellos con una competitividad media o alta en la legislatura anterior, y en aquellos sin tradición localista, ya que en municipios con estas características también son efectivas este tipo de candidaturas.
Por último, no debemos olvidar la España vacía, ya que también suelen tener más éxito los partidos de ámbito local en los municipios que han perdido población en las últimas décadas.
Esperamos que estos breves apuntes sirvan para ayudar a despertar el interés sobre las candidaturas localistas y podamos tener una herramienta más para analizar y explicar de una forma más completa la complejidad del nivel político local español, donde además de los grandes partidos también se presentan a las elecciones municipales miles de ciudadanos que optan por candidaturas alternativas.